Es increíble como vivimos la vida de una manera tan apresurada y poco gratificante a causa de los típicos factores "cotidianos" de la misma. Entre ellos podemos mencionar los muy conocidos por todos como los son el trabajo, los estudios, los hijos, el deber, el futuro o el simple hecho de joderse porque los demás lo hacen y tienes que asemejarte a la sociedad de mierda. El punto es que todos nos encaminamos en una carrera tediosa para solventar los falsos y verdaderos problemas de la vida, que siguen, y seguirán apareciendo por el resto de ella.
En la mayoría de los casos nos adentramos en este misterioso camino al que yo llamo "vida" sin disfrutar de las bellezas y las plenitudes de la existencia y la naturaleza. Sé que en muchas oportunidades caminamos por debajo de un árbol sin siquiera percatarnos de que el está allí, de que esta vivo, de que es parte de la tierra y la naturaleza como lo somos nosotros. Otras muchas nos hacemos sordos ante las hermosas melodías de la naturaleza, como el canto de de las aves, el sonido del agua, los grillos en la noche, las "chicharras" pronunciando la llegada el invierno, las voces de los arboles cuando se funden con la brisa. Tampoco nos atrevemos a sentir la naturaleza como se siente el aire fresco de una cálida tarde, el agradable frió de una plena madrugada, el respirar el aire en su exquisita pureza o el agua pura que calma la sed. En pocas palabras desaprovechamos el lado hermoso de estar vivos, nos enfocamos siempre en el lado difícil de las cosas haciendo de estas algo cotidiano y así olvidamos por completo que la vida y la existencia nos ha concebido un hermoso regalo llamado naturaleza y que dicho regalo nos puede hacer la misma vida un poco o mucho mas fácil y agradable de recorrer.
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