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viernes, 29 de agosto de 2008

¡Gracias a la serpiente!



El siguiente es una extracto de El Libro Del Hombre basado en las charlas de Osho. Es un texto que se me hace muy simpático por la manera en que el escritor hace analogía entre la religión y la mitología de Adan y Eva y el origen de la humanidad (Génesis) escritos en la biblia:

"Las religiones han censurado la vida de todas las formas po­sibles; ¿qué puede hacer un niño si todo el mundo censura la vida? El mundo está lleno de censores. Toda esta censura le impresiona. Fíjate simplemente en la historia del origen del mun­do. Dios le dijo a Adán y Eva: «No comáis del árbol del conoci­miento, y no comáis del árbol de la vida.» Les prohibió comer de dos árboles. Son las dos cosas más importantes de la vida: la sa­biduría y la vida; y Dios les niega las dos. Puedes comer todo tipo de hierbas y todo lo que quieras. Él no te está diciendo: «No to­mes marihuana, no bebas alcohol.» No, eso no le interesa. Adán y Eva pueden fumar hierba, está permitido; pueden hacer vino con las uvas, está permitido. Sólo hay dos cosas que no están permitidas: no deben volverse conocedores, deberán permanecer ignorantes; y no deben vivir sino que deben seguir posponiendo la vida. Y como desobedecieron y comieron del árbol del conoci­miento... No tuvieron tiempo de comer los frutos del segundo árbol, fueron sorprendidos. Después de comer del árbol del co­nocimiento se dirigieron rápidamente hacia el árbol de la vida pero se lo impidieron inmediatamente. Es natural que todo el que está despierto, consciente (estas son las cualidades de la sa­biduría), quiera antes que nada profundizar en la vida, saborear­la al máximo, conectarse con su centro, sumergirse en el miste­rio de la vida.

La historia no lo cuenta, pero la historia está incompleta. Os digo que después de comer del árbol del conocimiento (y es to­talmente lógico) se dirigieron inmediatamente hacia el árbol de la vida. Y por eso a Dios le resultó tan fácil sorprenderlos; por otra parte, en el Jardín del Edén había millones de árboles y ¿dónde los podía encontrar? Le habría costado una eternidad: en vez de ser el hombre que busca a Dios, sería Dios que todavía es­taría buscando al hombre.

Pero aunque la historia no lo cuente, me imagino lo que debe haber sucedido. Dios, sabiendo que habían comido del ár­bol del conocimiento, fue inmediatamente a esperarles al árbol de la vida porque sabía que irían allí. Es simple lógica, no nece­sitas ser Aristóteles. E inevitablemente fueron sorprendidos allí. Estaban los dos corriendo desnudos, regocijándose porque por primera vez habían abierto los ojos. Por primera vez eran seres humanos; hasta entonces sólo habían sido un animal más entre los animales... y Dios les expulsó de] Jardín del Edén. Desde en­tonces, el hombre ha estado anhelando la vida, más vida. Los sa­cerdotes que representan al Dios que te expulsó del Jardín del Edén -los papas, los imanes, los shankaracharyas, los rabinos-, todos ellos representan siempre al mismo personaje.

Pero, curiosamente, nadie te dice que este personaje fue tu primer enemigo. Todo lo contrario, dicen que quien persuadió a Eva fue la serpiente: «Eres tonta por no comer del árbol del co­nocimiento. Dios está celoso; tiene miedo de que te vuelvas sa­bia si comes del árbol de la sabiduría. Tiene miedo de que te vuelvas como él si comes del árbol de la vida. Y entonces, ¿quién le va a alabar? Tiene celos, tiene miedo, por eso te lo ha impe­dido.»

La serpiente fue la primera amiga de la humanidad, pero es maldecida. Al amigo se le llama demonio, y al enemigo se le lla­ma Dios. ¡El comportamiento del pensamiento humano es ex­traño! Deberías dar gracias a la serpiente. Gracias a ella te has convertido en lo que eres. Al haber desobedecido a Dios has al­canzado cierta dignidad, el orgullo de ser humano, cierta inte­gridad, cierta individualidad.

En vez de dar gracias a Dios, cambia la frase. En vez de decir «¡gracias a Dios!», di «¡gracias a la serpiente!». Sólo lo hizo por cortesía ... ; de lo contrario, ¿por qué había de molestarse por ti? Debe haber sido muy compasiva. "

Siempre he notado que a la mayoría de la gente les gusta leer sin analizar y que otro haga el proceso de la información para así obtener una idea de manera sencilla. Esto es sumamente peligroso, si alguien analiza por ti y tu sin dudar adoptas su idea te estas vendiendo, ese alguien puede darte una idea a su conveniencia y dependiendo del caso puede hasta manipularte. Dudar es algo instintivo, pero si dudas de los textos religiosos y "sagrados" es un pecado, por esto es que la fe tiene que ser ciega y es un "pecado" cuestionarla, pues si la cuestionas no podrán dominarte. Pero aun sabiendo esto la mayoría prefiere olvidar sus dudas y dedicarse a creer ciegamente en la información digerida que ofrecen las autoridades religiosas.

En conclusión, el extracto anterior es solo un ejemplo del análisis que alguien realizó usando su lógica sin repetir lo que comúnmente la gente repite sin detenerse a dudar tal vez por temor.

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